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Se llamaba José Arturo y era ingeniero el hombre ejecutado en Acajete

2012

Odilón Larios Nava / @odylarios

Fue identificado el hombre que fue acribillado a balazos la noche del pasado martes en carretera federal Puebla-Tehuacán a la altura de la comunidad de San Jerónimo Ocotitlán, en el municipio de Acajete, se trata de un ingeniero de 27 años de edad, quien era originario y vecino de Acatzingo. Cabe hacer mención que su acompañante resultó lesionado.
A cerca del móvil de la agresión que sufrieron estos dos hombres existen dos versiones. La primera apunta que se trató de un posible intento de robo de vehículo; la segunda línea de investigación señala que probablemente se trate de una ejecución directa.
La familia del occiso lo identificó como José Arturo Salazar Pérez, de 27 años, quien laboraba en la empresa Asgabry Proyectos S.A. de C.V. De hecho, al ser asesinado, el hombre viajaba a bordo de un vehículo Jetta, color blanco, con logotipos de dicha empresa.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:10 horas del martes. De acuerdo con testigos dos hombres a bordo de un Jetta, color blanco, con logotipo de la empresa ASGABRY Proyectos, eran perseguidos por dos camionetas, una Expedition, color blanco, y una Explorer, color rojo. La empresa mencionada lamentó este hecho y exigió el pronto esclarecimiento del caso.
La persecución era en dirección Tepeaca a Puebla. Al llegar al OXXO de la entrada de Santa María Nenetzintla, los del Jetta dieron vuelta en U, y aceleraron con dirección a Tepeaca. En ese momento comenzaron las ráfagas de armas de fuego.
Les dieron alcance casi frente a la gasolinera de San Francisco Ocotlán, en donde el conductor del vehículo, un hombre de aproximadamente 35 años, perdió la vida al ser alcanzado por varios proyectiles. Mientras que su acompañante fue reportado como lesionado.
Personal de la Fiscalía General del Estado acudió para realizar el levantamiento del cadáver, el cual culminó por la madrugada de este miércoles.
Estos hechos violentos son cada vez más frecuentes en Acajete, el municipio que se ha convertido en una tierra sin ley ni orden, pues tiene policías de mentiritas, sin patrullas, sin armas y sin chalecos antibalas. Por si fuera poco, el edil Roberto Ramírez Cervantes, se dio el lujo de despedir a la mitad de los policías de su municipio.

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