Odilón Larios Nava / @odylarios
El percance entre una patrulla del municipio de Acajete y un camión de redilas, ocurrido el pasado miércoles, cobró la vida de uno de los cuatro policías que resultaron lesionados. Los uniformados, compañeros del occiso, exigen al presidente de ese municipio, Roberto Ramírez Cervantes, que brinde apoyo de gastos médicos a la familia y la correspondiente indemnización.
Este hecho vial ocurrido el miércoles alrededor de las 13:30 horas en el en el kilómetro 22 de la carretera federal Puebla-Tehuacán, dejo en manifiesto las malas condiciones de trabajo en las que se encuentran los policías de Acajete. Uniformados afirmaron a este diario que carecen de seguro médico y ni siquiera seguro de vida. Afirman que, en la corporación, el ayuntamiento ni siquiera les ha dotado de equipo básico de seguridad como son los chalecos balísticos.
Los mismos uniformados fueron los que confirmaron el deceso de Hugo César Flores Vargas, quien contaba con 21 años. Este uniformado y otros tres, viajaban a bordo de la patrulla PE-367, la cual salió de San Agustín Tlaxco y al incorporarse a la carretera federal Puebla-Tehuacán hicieron un corte de circulación a un camión de redilas y así es como se dio el encontronazo.
Ese percance dejó lesionados a cuatro policías, los cuales fueron trasladados al Hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud, tres de ellos fueron dados de alta poco después, sin embargo, Hugo César pereció.
Ante esta situación los policías han alzado la voz para exigir al presidente Ramírez Cervantes, que apoye con gastos funerarios a la familia y que les dé una indemnización.
Hay molestia entre los uniformados pues el edil los tiene trabajando en condiciones que no son adecuadas para desempeñar esta labor de alto riesgo. Aseguraron que las patrullas están en malas condiciones, que no cuentan con equipo de protección, ni siquiera con chalecos antibalas. Y, lo peor de todo, dicen, es que no cuentan con seguro de vida y ni siquiera con seguro médico.
Esto último es verdaderamente preocupante, aseguraron uniformados de la corporación, porque la función policial es de alto riesgo.
Acajete es uno de los municipios del Triángulo Rojo, donde pulula el robo y distribución de gas robado, también operan ahí varias bandas de robo de vehículos con mercancía vinculados a la delincuencia organizada y traficantes de personas.
Los policías están a merced de los delincuentes pues no cuentan con suficiente armamento, no tienen más que dos patrullas viejas a las que no les sirven las luces ni la torreta y ni siquiera tienen chalecos antibalas, por lo que los delincuentes los podrían eliminar fácilmente. Por ello exigen al presidente Roberto Ramírez que cubra esas deficiencias, de lo contrario será responsable de lo que legue a pasarles.
