Desde que Leobardo Aguilar Flores arribó a la presidencia de Soltepec, cobijado por el Partido Verde Ecologista, la desigualdad social y economía se ha acrecentado en el municipio. Como toda la comunidad de nuestro municipio tiene conocimiento en las elecciones pasadas votamos por un cambio verdadero, esperanzados que la situación se transformaría en nuestra localidad. Sin embargo, a un año y nueve meses de distancia del triunfo electoral vemos con tristeza que esas expectativas difícilmente se van a cumplir, sobre todo por la falta de ética, visión y compromiso social. Al llegar al poder, Leobardo Aguilar traicionó al pueblo de Soltepec. Algunos de los que hoy nos encontramos en este lugar formamos parte del gobierno municipal, pero fuimos despedidos por exigir cuentas claras y que el alcalde transparente el uso del recurso público. Además, nos opusimos que en un afán de poner en marcha un gobierno austero, despojó el poco ingreso que reciben los trabajadores administrativos, a quienes redujo el 50 por ciento de su salario por la emergencia sanitaria por Covid-19, cobrando 2 mil pesos menos por mes. En contraparte, a los regidores, directivos y funcionarios de primer nivel sólo les hizo una reducción del 10 por ciento de su salario, que representa un promedio de mil 250 pesos mensuales. Esta situación exhibe la inequidad y desproporción en relación al descuento salarial que realiza la administración de Soltepec, presuntamente en apoyo a los damnificados de la pandemia. Lo cierto es que a cinco meses que se declaró la emergencia sanitaria desconocemos en qué se ha empleado el recurso que recauda de manera extraordinaria el ayuntamiento para ayudar a los sectores vulnerables. Quienes nos opusimos al descuento de 2 mil pesos mensuales al salario fuimos citados en las oficinas del regidor de Gobernación, Gabino Daza Pérez, quien en un acto de prepotencia y agresividad nos dijo: “Miren cabrones, le bajan de huevos o tengo la orden del presidente Leobardo Aguilar de partirles la madre; después darles un levantón con mi policía y chingarlos si se siguen oponiendo al recorte de salario”. Como no nos amedrentó, nos salimos de su oficina y el regidor de Gobernación nos siguió por la calle, desde donde nos gritó: “mira hijo de la chingada soy la máxima autoridad de la policía”, y a uno de nuestros compañeros le dio un puñetazo en la cara, que le causó lesiones en el ojo y la ceja, consumando la amenaza del alcalde. En lo que va del año al menos tres funcionarios han sido despedidos como represalias de Leobardo Aguilar, quien cuenta con varias denuncias ante la Procuraduría de la Defensa del Trabajo en Puebla. Denunciamos que esta misma situación de represión, violencia y acoso sufrió la compañera Norma Pérez Silva, quien después de estar a cargo de la Biblioteca Municipal, donde impartía talleres a los menores, fue reubicada a intendencia hasta obligarla a renunciar, porque según la esposa del presidente municipal le estaba haciendo la competencia al Sistema Integral DIF. Otro caso de abuso de autoridad del edil fue en contra del regidor de Salud, Ángel Peralta Pérez, quien fue desconocido por no convenir a sus intereses personales. Desde entonces, ha impedido que el regidor suplente de Ángel Peralta asuma el cargo como marca la Constitución Mexicana. Ante lo expuesto, vamos a solicitar en conjunto con el Observatorio Ciudadano Laboral, la intervención del Congreso del estado y de la Secretaría General de Gobierno, no sólo para que den solución al conflicto al interior del ayuntamiento de Soltepec, sino además que resuelvan las necesidades de la población a falta de gobernabilidad. Asimismo, los trabajadores agraviados por el alcalde Leobardo Aguilar presentaremos una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH) para que también intervenga en el conflicto. Finalmente, responsabilizamos al presidente de Soltepec de la integridad física y psicológica de nuestros compañeros que han decidido denunciar de manera pública a la autoridad. ¡No más abusos de autoridad ni violencia en Soltepec! Si no quiere gobernar, exigimos la renuncia de Leobardo Aguilar
