Un llamado urgente se hace al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para que instruya una auditoría sobre los recursos federales del Programa de Restauración del Patrimonio Afectado por los sismos del año 2017, aplicados en Puebla, toda vez que a cinco años de estas eventualidades hay obras sin iniciar, “a medias” y sin concluir.
Un ejemplo claro se observa en el municipio de Atzalá, que fue uno de los más lastimados por el temblor del 19 de septiembre y donde éste provocó la muerte de once personas y dejó en ruinas la iglesia en honor a Santiago Apóstol, pues a la fecha este recinto religioso no ha sido intervenido con trabajos de reconstrucción, ya que las evidencias de ese trágico día siguen presentes.
Otro caso notable está en Huaquechula, donde el Exconvento Franciscano también muestra daños visibles sin reparar, porque las obras fueron suspendidas. El sitio actualmente es protegido con lonas.
La alcaldía de este municipio, al igual está en la lista de otros de edificios dañados sin atender, porque aún cuando se encuentra apuntalada y con grietas en su interior, autoridades municipales continúan desarrollando actividades diarias.
En Tochimilco, las iglesias siguen mostrando detrimentos y por ende falta de atención a los mismos. Varias viviendas también presentan condiciones similares. Este municipio poblano fue uno de los más afectados y actualmente es de los más olvidados por la Federación.
El llamado realizado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como a los diputados federales y senadores de Puebla, es porque a cinco años de los lamentables hechos de los sismos del 2017, hay inmuebles en espera de obras de reconstrucción, no hay aplicación de recursos federales y tampoco voluntad de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para cumplir las promesas hechas a pobladores de éstos y otros municipios de la entidad, en torno a la rehabilitación de estos inmuebles históricos y religiosos de gran valor para la población.
