ATLIXCO, Pue. Entre aplausos de familiares y amigos y de intensos reclamos de justicia, la tarde de este jueves finalmente quedaron sepultados los dos niños atlixquences asesinados por un chofer ebrio hace 48 horas en el norte de la mancha urbana.
El panteón de Mártires de Chinameca, una pequeña comunidad de la Junta Auxiliar de la Magdalena Axocopan ubicada a 20 minutos de la cabecera, será la última morada del par de ataúdes blancos de Ian, de cinco años de edad, y de Eduardo de 17 años de edad.
Primero en la misa de cuerpo presente, después en la caravana de automóviles y finalmente en ese lejano cementerio -que tiene como imagen eterna en uno de los ángulos el Popocatépetl- cerca de una centena de personas acompañaron el cortejo.
A las 15 horas con tres minutos fue la última pala de tierra echada sobre la tumba del sobrino y tío. Después colocaron los globos blancos y la masa de flores también blancas. El paso siguiente, alertaron los familiares de los pequeños, será dejar en la cárcel por mucho tiempo a Alan, el hombre de 32 años de edad señalado como el responsable de la tragedia.