San Salvador El Verde, Pue. Un recorrido que nos adentra a la naturaleza, al misterio, a la tranquilidad, al silencio, al respiro de aire fresco, de degustar agua pura y de observar a las majestuosas luciérnagas, todo esto lo podemos encontrar a menos de una hora de la ciudad de Puebla en el ejido de San Andrés Hueyacatitla, ubicado en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, del lado de esta jurisdicción.
El lugar es conocido como parque ecológico Ekookay, el cual fue abierto hace cinco años a través de un esfuerzo de ejidatarios de la junta auxiliar de San Andrés Hueyacatitla, donde se puede vivir la experiencia de ver a las luciérnagas durante su apareamiento después de las 20:00 horas, en un recorrido que dura casi dos horas por un costo de 170 pesos por persona.
A pesar de que se ha tenido una baja de visitantes por la contingencia sanitaria, el representante del parque Ekookay, Rosendo Munive Hernández contó que este sitio hace dos años recibía hasta 5 a 6 mil personas durante los dos meses de avistamiento de las luciérnagas, cuya temporada inicia a partir del 18 de junio y concluye hasta el 15 de agosto, por lo que quedan pocos días para disfrutar de este espectáculo de la naturaleza.
“Tenemos dos tours, uno de una hora y media con un costo de 80 pesos por persona, que son llevados al interior del bosque a través de un tractobús o vehículo, donde pueden entrar a la cueva que data de los tiempos de la Revolución, así como observar a la piedra guardián del bosque, el mirador con más de dos mil 500 metros de altura donde se alcanza a ver la ciudad y valle de San Martín Texmelucan y también poder abrazar al árbol abuelo con más de 500 años de edad y beber del manantial que nace del interior de la tierra”, dijo Munive Hernández.
Asimismo, el representante del parque ecológico Ekookay mencionó que también los visitantes podrán acampar durante la noche, después del regreso del avistamiento de las luciérnagas que comienza a las 20:00 horas y concluye a las 21 a 22 horas, donde además escucharán los ruidos de la noche como aullidos de coyotes, y demás sonidos de la naturaleza entre ellos también de gatos montés o insectos.
“Hemos tenido mucho éxito gracias al impulso y apoyo del presidente municipal, Pablo Rosendo García, que tenemos que agradecerlo, pero lamentablemente por la pandemia nuestras visitas bajaron, principalmente el año pasado, esperamos que la gente venga y consuma lo local, aquí también tenemos criadero de truchas y pueden degustar de platillos típicos, acampar y pasar un día agradable fuera del ruido de la ciudad”, concluyó.
