Por considerar que el Ayuntamiento de Cuautlancingo puede convertirse en cómplice de un ecocidio, el regidor de Medio Ambiente, Rafael Ramírez, pidió a la Dirección de Ecología cancelar la tala autorizada de 400 árboles en el predio particular conocido como “Vivero”, porque es una práctica que atenta contra esta reserva.
También hizo otra exigencia al titular de esta área, Jesús Silvano Piri Soto, que gira en dejar sin efecto los permisos liberados al particular, quien digirió la solicitud de tala, la cual fue aprobada por este nivel de gobierno.
Con dichas peticiones, el concejal condena el derribo masivo de este número de árboles que inició este jueves en ese terreno, que es visible sobre el bulevar Forjadores, exactamente a la altura del crucero de Calzada Zavaleta.
Confió en que la suspensión de esta tala pueda darse en las próximas horas, porque de lo contrario se afectará esta área verde, que aunque es privada, representa uno de los pocos pulmones ecológicos en este municipio adscrito a la zona metropolitana de Puebla.
Hay que mencionar que en esta semana se conoció de esta situación que fue avalada por el Ayuntamiento de Cuautlancingo, a petición del particular, ya que los macizos que han sido trozados aparentemente ya estaban viejos y podían caer en cualquier momento, pues eran susceptibles a los vientos, lluvias y hasta sismos.