San Pedro Cholula, Pue. Aunque en otros puntos del país las celebraciones del Día de Muertos inician a partir del 28 de octubre, en la región de Cholula tienen comienzan el 8 de septiembre, cuando se lleva a cabo el milenario trueque, donde los cholultecas acuden a comprar utensilios como petates, rebozos, sahumerios, incienso y canastas que serán utilizados en las ofrendas de Todos Santos.
Así lo dio a conocer la doctora, Margarita Tlapa Almonte quien contó que el Día de Muertos, es un periodo de fiesta que interrumpe la vida cotidiana de los pobladores para convertirse en fiesta y encuentro de muertos y vivos, por lo que a partir de estas fechas los muertos comienzan a retomar vida porque sus familiares piensan en ellos y se organizan a través de los preparativos que van a realizar en relación a que comprar, que les gusta vestir, comer y a la actividad a la que se dedicaban.
“Se piensa en el espacio destinado a las ofrendas, los responsables de los panteones, es decir, las autoridades tradicionales del barrio o pueblo inician con faenas o el tequio para la limpieza del panteón porque los familiares comenzaran a llegar a arreglar las tumbas”, dijo Tlapa Almonte.
En entrevista, la doctora cholulteca añadió que, para la región de Cholula, que incluye los municipios de San Andrés Cholula, San Nicolás de los Ranchos, Coronango, Cuautlancingo, San Andrés Calpan, Nealtican y Juan C. Bonilla, sus habitantes saben que el 28 de octubre es el día para los que fallecieron en un accidente, el 29 para los niños del limbo, el 30 de octubre para los niños y el día primero de noviembre para los que esperan a los difuntos grandes, es decir, los adultos.
“Antes de eso, los familiares se preparan para realizar las ofrendas, donde las mujeres guisan, principalmente mole, tamales, dulce de tejocote, dulce de calabaza, dulce de arroz y dulces, y los hombres y niños labrando el pan de muerto y colocando la ofrenda”, subrayó Tlapa Almonte.
Por último, la académica refirió que en los barrios de San Pedro Cholula que son Santiago Mixquitla, San Matías Cocoyotla y San Cristóbal Tepontla, los jóvenes se organizan para alistar vestimentas y disfraces para salir de animeros y los padres, respectivamente a salir a pedir un tamal, una hojaldra o una naranja, lo que las familias quieran obsequiar.
